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«13-06-2012
Jorge de Lorenzo
El presidente de una de las multinacionales norteamericanas que más se enriqueció con la invasión de Irak es recibido hoy por El Rey Juan Carlos. General Dynamics acumula denuncias en Estados Unidos por violar la Ley de Control de Exportación de Armas, incumplimiento de contrato, acoso laboral y varias infracciones más. El presidente y director ejecutivo de la corporación, Jay L. Johnson, que cuenta con siete fábricas en España, tras el proceso reprivatizador del gobierno de Aznar en 2001, llega a La Zarzuela con la esperanza de que las gestiones del Rey, ante el gobierno de Arabia Saudí, posibilite la obtención de un contrato multimillonario: la fabricación de 200 carros de combate “Leopardo 2E”. Una operación valorada en 3.000 millones de dólares.
General Dynamics se hizo en el año 2.000, por tan sólo cinco millones de euros, con la industria militar Santa Bárbara, privatizada por la antigua SEPI. La compañía norteamericana cuenta actualmente con siete fábricas en España sin apenas actividad. Sólo el contrato con el gobierno saudí podría sacarla del atolladero. La crisis ha llevado a la dirección a plantear la fusión de la dos fábricas de Asturias -un ahorro estimado en 2,8 millones de euros-, con laoposición frontal de lo sindicatos. El plan para integrar las fábricas de armas de La Vega y Trubia ya esta decidido y así lo han manifestado los representantes sindicales que, ayer al mediodía, celebraron en Madrid la última reunión con directivos de la empresa.
“La negociaciones ya no dan más de sí. No se avienen a razones”, señala José María Ordóñez, representan de Comisiones Obreras en la factoría de Santa Bárbara de Trubia. “Se ha agotado el periodo de negociación sin que la empresa nos de garantía de continuidad de algunas fabricaciones de armamento”, apunta Mariano Fernández Hevia, presidente del comité de empresa de la fábrica de armas de Oviedo. Los representantes sindicales han manifestado a La Celosía su inquietud por el futuro. “El Ministerio de Defensa como propietario de los terrenos tendría que haber defendido nuestra posición”, denuncian al unísono. Se da la circunstancia de que el 90% de la facturación de General Dynamics proviene de los contratos obtenidos por Defensa. La compañía norteamericana abona, anualmente, un millón de euros al Ministerio por el arrendamiento de los terrenos. Su titular, Pedro Morenés, se ha lavado las manos.
La multinacional norteamericana ha repartido a los empleados españoles un Manual de ‘Normas de conducta y ética en los negocios’, que rechaza de plano los obsequios “a menos que esta actividad cumpla un objetivo comercial legítimo y resulte apropiada para la relación”. El libro azul precisa que el objetivo de la compañía es proporcionar beneficios razonables a sus accionistas, para lo cual debe hacer un uso inteligente de los activos de la empresa. “La entrega de obsequios, comidas o cualquier artículo de valor a funcionarios públicos o del gobierno está prohibida en la mayoría de los casos. Nunca dé dinero ni ningún artículo de valor a un funcionario público o del gobierno con el fin de influir de una manera inapropiada en una decisión oficial u obtener o retener negocios.”
La compañía pese a exhibir con orgullo sus ‘Normas de conducta y ética en los negocios’, es objeto desde hace años de continuadas denuncias de la competencia, de ex directivos y empleados con resultado de multas y sanciones. Se le acusa desde violar la Ley de Control de Exportación de Armas a incumplimiento de contrato o acoso laboral, según se refleja en las denuncias sobre mala conducta recogidas de la base de datos de contratistas federales de Washington. “General Dynamics supuestamente violó la Ley de Control de Exportación de Armas, en relación con la exportación no autorizada de datos técnicos, servicios de defensa… En virtud de un acuerdo de consentimiento, ha acordado pagar 20 millones de dólares en multas y medidas correctivas”.
Varios directivos de una compañía proveedora de datos móviles, demandaron a General Dynamics por incumplimiento de contrato, fraude, interferencia tortuosa con las relaciones contractuales y de negocios, inducción fraudulenta, falsedad negligente e incumplimiento de garantía. En septiembre de 2005, un jurado emitió un veredicto en contra de General Dynamics en la cantidad 138 millones de dólares y un veredicto a su favor en la cantidad de 8 millones dólares en sus reconvenciones.
General Dynamics es una de las compañías que más invierte en grupos de presión para que favorezcan sus posiciones ante los gobiernos. En Estados Unidos el año pasado la acción de ‘lobby’ le supuso un desembolso de 11 millones de dólares, con una progresión creciente en los últimos catorce años. En 1998 la suma total no superó los cuatro millones de dólares.»