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«Santa Bárbara Sistemas desmiente que sus operarios estén trabajando en las instalaciones de Defensa, como alerta IU
24.12.13 – 00:25 – SUSANA NEIRA | OVIEDO.
Desde principios de este mes, los vecinos del entorno de la fábrica de armas de La Vega ven entrar y salir camiones. Las instalaciones estaban cerradas a cal y canto desde hace más de un año, cuando la empresa Santa Bárbara Sistemas trasladó la producción y la plantilla a Trubia y las devolvió a su propietario, el Ministerio de Defensa. Ha sido este departamento quien ha encargado a una empresa de chatarra que se deshaga de material sin uso.
Tras hacerse eco de testimonios vecinales, el diputado nacional de Izquierda Unida anunció ayer la presentación de una batería de preguntas al Congreso para saber qué está ocurriendo en el interior del recinto estatal. Aunque él apuntó directamente a la mano de Santa Bárbara: «Se vienen efectuando trabajos por parte de trabajadores de dicha multinacional desde primera hora de la mañana en lo que parecen ser jornadas habituales de trabajo», indicó. En concreto, los operarios que acuden al recinto, según dijo, han puesto o han intentado poner en marcha las prensas de gran tonelaje que la multinacional no se había llevado o achatarrado en su día, para la fabricación o finalización de 4.000 carcasas de la ametralladora MG3, que solo se pueden realizar en La Vega. Completan su cuestionario al departamento dirigido por Pedro Morenés preguntando qué material se está utilizado para dicha fabricación ya que se afirmó que todo estaba achatarrado y las condiciones de esa supuesta reocupación.
«Se devolvió a Defensa»
Sin embargo, fuentes de la empresa desmintieron ayer categóricamente que alguno de sus empleados trabajen en el interior de La Vega. «Se devolvió a Defensa y no ha habido ninguna entrada de trabajadores», informaron.
La fábrica de armas de La Vega cerró en octubre de 2012 después de que Santa Bárbara Sistemas -a quien el Gobierno de José María Aznar privatizó las plantas en 2001- anunciara su plan para integrar toda la actividad en Trubia para garantizar los puestos de trabajo. Poco después devolvió el recinto a su propietario.»