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«Y ahora, Coca-Cola…
DOMINGO 26 DE ENERO DE 2014
Editorial
El ‘cerrojazo’ a la planta de Coca-Cola en Colloto, es un nuevo navajazo al maltrecho corazón económico de Asturias. La multinacional del refresco acabar de anunciar el cierre de cuatro plantas y el despido de 1.253 trabajadores. La embotelladora y distribuidora de Colloto (Asturbega), es una de las plantas sentenciadas, tras más de medio siglo generando actividad y empleo. 128 de sus 144 trabajadores serán despedidos, y tan solo 16 (13 comerciales) mantendrán sus puestos de trabajo en una empresa que quedará convertida en un simple almacén o nave de distribución. Como viene sucediendo -desgraciadamente- con excesiva frecuencia, tras la protesta sindical y las declaraciones institucionales de sus señorías, Coca-Cola acabará cerrando la planta de Colloto. Y aquí, en esta Asturias que siempre se resigna ante la adversidad, nadie alza su voz, ni se rebela, contra los continuos cierres, deslocalizaciones, ajustes, recortes y afrentas varias, que están dejando la comunidad hecha un solar, y sin perspectiva de un futuro mejor.
Asturbega cerrará sus puertas como anteriormente lo hizo Autotex en Llanera (2007), la fábrica de conservas Albo en Candás (2009), la fábrica de Loza de San Claudio (2009), la fábrica de Chupa Chups en Villamayor (2011), la fábrica de Suzuki en Gijón y la fábrica de Armas en Oviedo (2013), o Tenneco que también apura sus últimos días. Por distintas razones, el sector industrial de Asturias está quedando desvastado, sin que nadie haga nada para impedir este letal goteo de cierres injustificados y perversas deslocalizaciones. ¿Quién defiende a los ‘últimos’ trabajadores de la Fábrica de Armas de Trubia?, ¿y a los de Monroe?
El ‘virus’ de la deslocalización empresarial es común en todas las autonomías. En un mercado global las industrias tratan de centralizar su producción y, al mismo tiempo, abaratar los costes de mano de obra. Sin embargo, lo que está sucediendo en Asturias ya tiene categoría de ‘pandemia’ industrial. Los EREs y cierres de empresas, en muchos casos punteras y productivas, se suceden, ante la pasividad de quién tiene la responsabilidad de ‘plantarse’ en Madrid o en Bruselas, para defender nuestra industria y sus puestos de trabajo. Es tanta la desidia política e institucional, y la orfandad que padecen cientos de asturianos que ven peligrar sus puestos de trabajo, que representantes de once empresas (Liberbank, Benito Sistemas, Fundición Nodular, Cocinas Asturianas, Imsa, Matadero Central…) acaban de formar un frente común -un frente obrero- que se manifestará el próximo viernes ante el Tribunal Superior de Justicia, para alzar su voz contra quienes están mutilando el sector industrial, con el amparo de la última reforma laboral que Rajoy pactó con la patronal de los empresarios.
Asturias, últimamente, siempre pierde en comparación con otras comunidades. A los cierres y ajustes en la industria, se suma el bloqueo de las comunicaciones por tierra, mar y aire. La Alta Velocidad llegará a la comunidad -si es que llega algún día- al ‘tran-tran’ y a media velocidad; más al gobierno central ahora le ha dado por ‘cortarle las alas’ al Aeropuerto de Ranón, recortando su pista y, por consiguiente, impidiendo un mayor tráfico aéreo. Como las desgracias nunca vienen solas, a la chapucera Variante de Pajares, hay que sumar el ‘macro puerto’ de El Musel que tiene menos tráficos de cargas y descargas, que antes de su ampliación. Probablemente, tanta calamidad, ha generado un nocivo ‘caldo de cultivo’ que está acelerando la fuga de empresas hacía Galicia (Albo y Coca-Cola) o el País Vasco. Sin una red de comunicaciones adecuada, y con una alta fiscalidad, ¿qué empresa se va a ‘arriesgar’ a instalarse en el Principado?
Volviendo al principio, el cierre de Coca Cola en Colloto es un nuevo ataque a la economía de Asturias. Las once embotelladoras facturaron, en conjunto, más de 3.000 millones de euros el año pasado, y alcanzaron unos 900 millones de beneficio. En el caso de la planta asturiana, registró un desfase de 3,3 millones, aunque fuentes de la empresa aseguraron ayer a este periódico, que las perdidas no son ‘reales’.
Coca-Cola Iberian Partners, la matriz de un entramado empresarial formado por tres poderosas y acaudalas familias españolas, que actúan de intermediarias del ‘gigante’ americano del refresco, tendrá que responder, llegado el momento, a varias cuestiones, entre otras, porque pretende despedir a 1.253 trabajadores, cuando la empresa genera beneficios, y repartió -según ha podido conocer AsturiasDiario- 398.980 euros, en concepto de remuneraciones por asistencia a su Consejo de Administración. Unas golosas dietas, que nada tienen que envidiar, a las que percibe el ‘clan Menéndez’ en Liberbank.»