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«Trabajadores de diferentes empresas y colectivos arroparon a la plantilla de Colloto en sus protestas por la «codicia» de la embotelladora
09.02.14 – 00:37 – AIDA COLLADO | OVIEDO.
Había suficiente lluvia en los pronósticos, suficiente frío en la mañana del sábado, para hacer peligrar la convocatoria de la que finalmente consiguió ser la primera gran manifestación contra el cierre de la planta de Coca-Cola en Colloto. Por eso, cuando aún no brillaba el sol y antes siquiera de dejar atrás la factoría, cuando el viento cortaba la piel y aún no se habían sumado a la marcha cientos de personas por las calles de Oviedo, el comité de empresa de Asturbega ya lucía emocionado. Conmovido, por los 300 trabajadores que quisieron arropar a la plantilla sierense desde el primer minuto. Estaban los empleados de Tenneco, las subcontratas de Hunosa, Iberdrola, General Dynamics, Liberbank, Cocinas Asturianas, Sedes, Matadero de Asturias y un sinfín de empresas afectadas por expedientes de regulación y cierres.
Y así, un paso detrás de otro, pancarta tras pancarta, la reivindicación de los empleados de Coca-Cola en Asturias iba sumando adeptos -hasta más de 2.000 manifestantes- y mensajes. El primero, y más importante, su «frontal rechazo al injusto cierre de esta fábrica, con más de cincuenta años de vida, que viene generando empleo estable desde 1961».
Entre gritos de «Asturias no produce, Asturias no consume» y carteles de ‘Salvemos el empleo’, ‘Zero despidos’ o ‘Este país no aguanta más’, los petos y las gorras de Coca-Cola teñían el paisaje de rojo para protestar por «la codicia» de Iberian Partners -el embotellador único de la marca en España- y su intención de «aumentar aún más los beneficios a costa de dejar sin su medio de vida a cientos de familias».
Los trabajadores defendieron que la empresa asturiana era «muy rentable», que las ganancias de los últimos años (2009-2012) ascendieron a 54 millones de euros y que el volumen de producción de Asturbega se mantuvo desde 2010 y hasta 2013, sin apenas variación «a pesar de la crisis y otros intereses en contra».
Dieron también la cara por el «esfuerzo de todos los trabajadores», gracias al cual, creen, se consiguió «superar con excelentes resultados la auditoría de calidad» realizada por la propia compañía. En este sentido, también resaltaron como fortaleza de la factoría de Colloto «la homologación en exclusiva para toda España de la fabricación de referencias como el Minute Maid ‘Limón & Nada’», así como el hecho de «poseer la más moderna línea de latas», puesta en marcha en 2008. Además, pusieron en alza «la enorme polivalencia del personal de producción, mantenimiento, logística, por no hablar de un departamento comercial que consigue aumentar, año tras año, su cifra de negocio».
Razones todas a favor de mantener la planta asturiana y que recibieron el apoyo, a pie de carretera, del alcalde de Siero, Eduardo Martínez Llosa, y de la presidenta de la promotora local de Foro en Oviedo, Patricia Díaz Isla, además de numerosos ediles de la formación en ambas localidades. «Estamos a disposición de los trabajadores», resumía Martínez Llosa. El grupo municipal del PSOE ovetense, Alfredo Carreño, Feliz Fernández y Amador García, también apoyaron con su presencia las reivindicaciones de la plantilla. Al igual que el secretario de UGT en Siero y Piloña, Eduardo Martínez Llosa, o el secretario general de SOMA-Fitag-UGT, José Luis Alperi. Este último acompañó al comité de empresa cuando, tras llegar a Oviedo y recorrer las calles del centro de la capital, entró a la Junta General para entregar a los distintos grupos parlamentarios un manifiesto en defensa del mantenimiento del empleo.
En el Parlamento asturiano
Durante la reunión, los representantes de los trabajadores indicaron que «todos los sindicatos están unidos y no vamos a negociar el ERE. Hemos pedido que lo retiren y solo hablaremos de planes de viabilidad, que permitan una salida digna a esta situación». Mostraron su interés en conocer el contrato entre Coca-Cola Iberia y la embotelladora Iberian Partners, ya que sospechan que la multinacional podría tener parte de responsabilidad en el proceso. «Coca-Cola Company está reduciendo plantilla en todo el mundo», apuntaron.
Y pidieron, además, que en el caso de que Iberian Partners pueda actuar como un grupo de empresas -punto que ponen en duda, ya que se consideran «una franquicia»- «tendrían que repartir el ajuste entre todas las factorías y no señalar a plantas como Asturias con un 90% del peso y a Cataluña, con un 0%».
Por parte de los grupos parlamentarios todo fueron buenas palabras y compromiso. Según anunciaron, es más que posible que mañana mismo la Junta de Portavoces apruebe incluir en el pleno del viernes una declaración institucional en apoyo a la plantilla.
Hubo un reproche, solo uno, cuando la diputada popular Emma Ramos leyó unas palabras de ánimo de la presidenta de su partido, Mercedes Fernández. «Agradecemos mucho el apoyo pero, con toda la humildad, creemos que esas declaraciones se quedan cojas. Esto no se habría podido llevar a cabo si el PP no hubiese aprobado la reforma laboral», le espetó Alperi.»