Han pasado cuatro días y hasta ahora no me di cuenta de lo especial que fue el día 14.
Este año 2014, el día de San Valentín adopta un significado especial por la confluencia de varias celebraciones y circunstancias que recordaremos de por vida.
La primera y que a todos nos viene a la cabeza es la celebración en la que las parejas de enamorados nos expresamos mutuamente nuestro amor y cariño.
Veremos publicidad con corazones por todos lados y si estamos solos pediremos ayuda a los dioses para encontrar al amor ideal. Se celebra en este día en todo el mundo bajo el nombre de «día de San Valentín» o «día de los enamorados». Un edulcorado día.
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La segunda para un «pequeño» círculo de conocidos, es que celebramos el primer año de la presentación del ERE de General Dymanics Santa Bárbara Sistemas que dejó en la calle a más del 50% de la plantilla.
Su planteamiento fue una sorpresa para todos, incluso para quienes revisaron una documentación con datos a fecha 31 de diciembre y sellada su presentación supuestamente semanas antes de acabar el año. Un auditor se refería a ella, como «la auditoria de la Ouija».
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Año 2014. Este año San Valentín nos trajo la anulación del ERE de Tenneco. Una multinacional norteamericana que no actúa con impunidad. ¡Toda una novedad!.
Ha pasado un año justo desde que General Dynamics presentó su particular ERE y la forma de abordar el aspecto laboral, ha sido muy distinto.
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Al Capone, el Jefe del primo Martin
Pero para mí y para mi familia el 14 de febrero es sobre todo el «día de la matanza de San Valentín». La memoria colectiva nos lleva a pensar en ciudades norteamericas llenas de grupos mafiosos y bandas que profileraban con la vigente «Ley seca».
Es la historia del «primo Martín«, esa historia de un mafioso que con el tiempo adquiere aspectos románticos, pero que a los más pequeños nos sorprendía y asustaba. «El primo Martin» disfrazado de agente de la autoridad se ganó la confianza de sus víctimas (más bien las víctimas de sus jefes) para más tarde permitir que las acribillaran. Y parece ser que lo hizo más de una vez. Un corpulento español que medró en su posición entre empresas y sindicatos, extorsionando, cobrando por «protección»y puede que por dar «palizas» y «tirar la gente al mar con los pies envueltos en cemento». Eso contaba. Fuera de la familia, a este mafioso se le conoce como el «Diablo Martin».
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Antigua Empresa Nacional Santa Bárbara 