«SPANISH April 1, 2014, 12:02 a.m. ET
SAN FRANCISCO—Enfrentados a un ajuste de cinturón en Estados Unidos y retiros de tropas del exterior, los contratistas militares se preparan para librar una nueva guerra: defender a las empresas de los ataques de los hackers.
Compañías de defensa recaudaron miles de millones de dólares en los últimos años protegiendo las computadoras del gobierno de EE.UU. de espías extranjeros y ayudando al Pentágono a construir ciberarmas. Ahora, algunas de esas empresas quieren darles nuevos propósitos a esas tecnologías, para proteger los intereses de empresas asustadas por los ciberataques.
La nueva dirección de la industria resultó evidente durante una importante feria de seguridad informática aquí el mes pasado. Tres contratistas de defensa que no tuvieron visibilidad en la feria del año último —Raytheon Co., General Dynamics Corp. y BAE Systems — compraron puestos para presentarse como vendedores. En una muestra, Raytheon agregó «ciber» a su trabajo para los militares en tierra, mar, aire y el espacio.
Las ofertas de ciberseguridad de estos contratistas son diversas. Algunos venden software que, dicen, puede detectar código informático maligno que otros programas antivirus pasarían por alto. Otras ofrecen consultoría relacionada con ciberamenazas a bancos, compañías eléctricas y energéticas.
«¿Quién mejor para ahuyentar a los hackers que las empresas que ayudan al gobierno estadounidense a hackear?«, explica Christopher Ling, un vicepresidente sénior de Booz Allen Hamilton Inc.
Booz Allen instaló el año pasado en Virginia un centro de operaciones con 40 empleados para clientes corporativos que imita el centro clasificado que ayudó a diseñar para la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés). Por hasta US$ 100.000 al mes, las empresas pueden conseguir inteligencia sobre hackers de analistas con autorizaciones de seguridad, afirman ejecutivos. Ling dice que los potenciales clientes corporativos rara vez preguntan sobre Edward Snowden, el ex empleado de Booz Allen que robó más de un millón de archivos de la NSA.
La ofensiva de las empresas de defensa para ingresar en los mercados comerciales las enfrenta con decenas de firmas de ciberseguridad que compiten en un mercado de US$ 70.000 millones al año. Compañías como FireEye Inc., Palo Alto Networks Inc., iSight Partners Inc. y RSA, la división de seguridad de EMC Corp., venden productos similares y están más acostumbradas a las demandas del sector privado.
Rick Holland, analista de seguridad de Forrester Research Inc., afirma que no está claro que las firmas de defensa ofrezcan una mejor protección que las compañías tradicionales. Pero suelen ser más costosas. Holland señala que sólo recomienda un contratista de defensa para tareas de ciberseguridad si el cliente puede pagarlo, como en el caso de un gran banco o una firma de energía.
Las contratistas de defensa también pueden ser más lentas. Chandra McMahon, vicepresidenta de mercados comerciales de Lockheed Martin Corp., dice que el ritmo es más rápido en el sector privado. Los tiempos de respuesta son «horas y días en lugar de días, semanas y meses», asegura. McMahon indica que Lockheed trabaja en ciberseguridad con unas 50 grandes empresas, incluidas American Electric Power Co. Para impulsar sus ofertas, Lockheed dijo este mes que compraría Industrial Defender Inc., una empresa de ciberseguridad que trabaja con compañías de servicios públicos por sumas no reveladas.
Otro riesgo es que los programas de ciberseguridad del contratista pudieran ser tan fuertes que legalmente no podrían ser exportados a otros países, lo que les resta atractivo para las firmas multinacionales, indicó una persona al tanto. La ciberseguridad comercial es una pequeña parte del negocio de la mayoría de estas compañías. Los clientes comerciales del ciberespacio generaron menos de 1% de los US$45.400 millones que facturó Lockheed el año pasado.
Aun así, las firmas de defensa han reforzado sus negocios de ciberseguridad. Raytheon compró 13 empresas del sector desde 2007, según documentos enviados a los reguladores. BAE firmó el año pasado un contrato a cinco años para garantizar la seguridad de teléfonos inteligentes y tabletas de los clientes comerciales de Vodaphone PLC. KEYW Holding Corp., que ayuda al Pentágono y otras agencias de EE.UU. con análisis de inteligencia, formó el año pasado una nueva subsidiaria, Hexis Cyber Solutions, para los clientes comerciales.
La participación del ingreso de clientes comerciales en KEYW casi se duplicó el año pasado, a 7% desde 4% en 2012. La empresa hace poco contrató personal de ventas de Cisco Systems Inc., Symantec Corp. y Dell Inc., según les dijeron ejecutivos a inversionistas en febrero.»