General Dynamics va camino de ser sólo un desgraciado paréntesis en la actividad industrial de esta factoría, eso sí, el más corto y letal de su historia.
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«Un furgoneta trasladó para el centro de Trubia los últimos ordenadores
Ocio y limpieza. Así discurren los días para los trabajadores acampados ante las instalaciones de la fábrica de armas. Cuando llueve, los cinco ex empleados de Santa Bárbara que hacen cada el turno diario se refugian en una caseta habilitada a tal efecto. Conversaciones, lecturas, televisión y juegos ocupan el tiempo de espera. El pasado lunes recibieron la buena noticia de que el Ministerio de Defensa había firmado la retrocesión de las instalaciones. «Es un paso más», apuntaba al día siguiente uno de los acampados. Ante las informaciones de que la publicación del pliego de condiciones podría no ser publicado en una semana muestran una cierta resignación al considerar que «o importante é que saia e que saia ben», apuntaba otro.
Los acampados muestran el entorno de la entrada a la fábrica, donde han estado limpiando la maleza. «A limpeza que faciamos antes dentro, agora facémola fóra», decía Roberto Teijido.
«¿Es aquí General Dynamics?», preguntaba el conductor de una furgoneta a los sorprendidos trabajadores al mediodía del pasado martes. Tras la confirmación entraba en el recinto y salía poco después. Teijido indicó que dicho vehículo era el encargado de trasladar a la fábrica que General Dynamics tiene en Trubia los últimos ordenadores que había en las instalaciones de Pedralonga. Eran, según Teijido, las últimas propiedades de la multinacional.
Los acampados han recuperado la vieja bandera de la Empresa Nacional Santa Bárbara, que ondea al lado del galpón donde duermen cada noche.»