«Del Estado no queda nada. Tuvimos a Santa Bárbara pero pasó a General Dynamics. Tienen una fábrica en Asturias, con la que el Ministerio de Defensa trabaja ahora»
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«Francisco Javier Álvarez-Campana Rueda, coronel jefe del Parque de Artillería (Pcmayma)
JORGE MORENO | VALLADOLID 19 septiembre 2014 18:38
Nacido en Zaragoza (1961), el coronel Javier Álvarez-Campana salió con el empleo de teniente en 1985 después de pasar por la Academia General Militar y la Academia de Artillería de Segovia. Entre los destinos que ha tenido desde entonces figura el Racal 62 de Astorga, y el Grupo de Artillería de Campaña. Diplomado en Educación Física, cuenta con los cursos de Mando Táctico y Avanzado de Inteligencia y Seguridad. Desde hace dos años, Álvarez-Campana dirige una de las unidades de máxima especialización que tiene el Ejército de Tierra. Por encima de este Parque de Artillería, estarían ya las fábricas de armamento, cuyos productos supervisan.
–¿Cuáles son las principales funciones de abastecimiento que realizan?
–Controlar el material y la calidad del armamento que recibimos del fabricante, antes de enviarlo a la unidad de destino. En estos dos años, se ha realizado un trabajo importante puesto que se han renovado, entre otras armas, las ametralladoras Browning, a las que se ha cambiado el cañón para que sea más eficaz en combate. Todas las ametralladoras del Ejército español han pasado por los controles del cuartel de Valladolid.
–¿Qué destacaría del trabajo que hacen?
–Pues que desde aquí cuando entregamos algo, lo hacemos como si fuera nuevo. Por otro lado, los fabricantes dan a Defensa una garantía, como sucede con otros productos, y desde el Pcmayma nos encargamos de seguir esos plazos de garantía y exigir que la misma se cumpla.
–¿Las reparaciones de armamento son caras?
–Depende del tipo de arma, pero en general sí. Se trata de piezas con proveedores únicos y marcas registradas a las que no queda más remedio que recurrir. De todos modos, desde el Área de Abastecimiento hacemos un estudio de mercado para ver dónde se pueden conseguir las piezas menos costosas. En algunas ocasiones, se recurre a empresas que trabajan con la OTAN. En cualquier caso, el facto tiempo se ha tener en cuenta para reparar.
–¿La industria militar española ha desaparecido?
–Del Estado no queda nada. Tuvimos a Santa Bárbara pero pasó a General Dynamics. Tienen una fábrica en Asturias, con la que el Ministerio de Defensa trabaja ahora.»
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