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España se cuela en el G-7 de los grandes exportadores de armas
España es la séptima potencia en venta de armas al exterior, aunque el dato queda empañado por lo polémico de alguno de los destinos
Pese a los buenos números de exportación, sólo una empresa española – Navantia – aparece entre las cien primeras del mundo en este sector
CARLOS CAMINO
La industria armamentística española navega entre dos aguas. Por un lado, nadie puede ocultar sus buenos números en la exportación, y es que España se ha acomodado en las diez primeras posiciones del ranking mundial de exportadores. Sin embargo, sólo una empresa española –Navantia– se encuentra entre las cien primeras del mundo, bajando continuamente de posición en los últimos años.
El 3% de las exportaciones mundiales de armas corresponden a España. Así lo explican los datos del SIPRI (Instituto Internacional de Estudios sobre la Paz). Nuestro país es la séptima potencia en este ámbito, donde se codea con Italia, un puesto por detrás y con el mismo porcentaje que España, aunque todavía lejos de los números alcanzados por gigantes como Estados Unidos (31%) o Rusia (27%), que copan los primeros puestos de la clasificación.
El aumento de exportaciones de armas españolas va ligado a la tendencia alcista de este mercado en la última década. Desde principios de siglo, la cantidad de armas exportadas ha ido creciendo cada año, con unos datos aupados por el final de los periodos de estabilidad después de la Guerra Fría debido al auge de movimientos terroristas como Al Qaeda o el Estado Islámico.
Sólo Navantia se mantiene entre la élite
La única empresa española que se mantiene entre las cien primeras del mundo en el anuario de ventas de armas elaborado por el SIPRI es Navantia. La sociedad ha descendido 18 posiciones de un año para otro, cayendo hasta la posición 83 de la clasificación con 900 millones de dólares en ventas,. Navantia por el momento sigue empleando a 5.620 personas según los últimos datos facilitados por el SIPRI. Sin embargo, la empresa naviera sigue en un descenso continuo de sus datos con el paso del tiempo.
Entre los principales bienes exportados por las empresas armamentísticas españolas se encuentran aeronaves y buques militares
En años anteriores, en la lista también aparecían otras compañías españolas como Indra o CASA. Sin embargo, en la actualidad, la primera ha abandonado la clasificación, mientras que CASA se sitúa integrada en el consorcio Airbus Group (ex EADS). Tampoco aparece en el ranking Santa Bárbara Sistemas, en la actualidad integrada en la americana General Dynamics.
Los datos de exportaciones se sitúan por el contrario entre los primeros puestos mundiales, gracias a un crecimiento exponencial en los últimos años. Mientras que en 2007 el Ministerio de Defensa aseguraba que se exportaban materiales por valor de 932 millones de euros, en 2013, esa cifra ya alcanzaba los 3.900 millones. Entre los principales bienes exportados por las empresas de armas españolas se encuentran aeronaves y buques militares, además de equipos de formación de imagen (por ejemplo cámaras o equipo fotográfico), según los datos proporcionados por Defensa.
La opacidad de los destinos
Sobre los lugares a los que van a parar las armas, España mueve sus fichas entre países democráticos y otros con regímenes más autoritarios. De esta manera, el SIPRI señala que España vende la mayoría de sus armas a Australia, con un 24%, o Noruega, con un 10%. Sin embargo, en la lista también aparecen la monarquía absoluta de Arabia Saudí (con un 10%), u otros países con conflictos internos como Egipto o Israel.
Según datos recogidos por el Centro Delàs de estudios para la paz, un tercio de las armas españolas acaban en países en conflicto o con graves tensiones internas, siendo los destinos preferidos Estados de Oriente Próximo, donde recayeron un cuarto de las exportaciones españolas en el primer semestre de 2014. De esta manera, el Centro Delàs acusa al Estado español de contribuir “de forma activa a alimentar en intensidad y en perdurabilidad en el tiempo conflictos y tensiones alimentándolos con nuevo armamento”, además de calificar sus informes de opacos.
España ha vendido armas a países en conflicto o con una situación delicada como Israel o Egipto
En este sentido, el Centro Delàs acusa al Ministerio de Defensa español de tomarse a la ligera la Ley 53/2007 y la posición común de la UE 2008/944/PESC. Según estas normas citadas, para la exportación de armas, Defensa debería tener en cuenta cuestiones como el respeto a los derechos humanos en el país de destino, además de su situación interna y del contexto regional en el que se enmarque –de cara a la estabilidad-, el nivel de desarrollo del país comprador o la existencia de un posible desvío de las armas a un tercer país.
Por otro lado, pese a los buenos datos de exportación, recientemente saltó a la actualidad el caso de la fábrica de Nammo en Palencia. Nammo es una empresa armamentística noruega que cuenta con una sede en la ciudad castellano leonesa y recientemente se quedó sin un contrato de 60 millones de euros con el propio Ministerio de Defensa español, que optó por dar la concesión a una empresa israelí.
Con estos datos, España se queda a medio camino entre la alegría y la amargura. Los datos de exportaciones españoles sitúan al país como uno de los primeros del mundo en este campo, sin embargo, la opacidad en los datos y la tipología de los productos exportados sitúan a España con un nudo en el estómago.»