Lo contrario a vocación de permanencia. Pierden un contrato y anuncian despidos. Nuevamente los trabajadores como rehenes en mitad de un chantaje a la administración pública. Está todo inventado, y ciertamente no es delito. Pero no hay muchas personas que crean que sea lo mejor para el «bien común».
Invierten mucho en gasto militar, un porcentaje alto de su PIB. ¿Y qué?
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