Cuando un banco o una Caja de Ahorros te ofrecía un producto financiero alabando lo mucho que ganaban sus fondos o lo mucho que abonaban sus depósitos, siempre veía en letra pequeña la siguiente indicación: “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”. Gestionar tu dinero mirando atrás, era como conducir mirando el retrovisor (en algún sitio lo leí). De la misma forma que no podemos conducir mirando atrás, no podemos asegurar que ineficiencias y fracasos en el pasado, garanticen fracasos y SOBRE todo, SOBREcostes futuros. Nos los hemos de ganar a pulso.
Pero como miramos al futuro, no nos fijaremos en el proyecto del vehículo anfibio para los marines norteamericanos. Tan solo decir, que en 1996 se adjudicó un contrato a General Dynamics Land Systems (sin el European) para desarrollar la ingeniería de desarrollo de un vehículo y cinco años más tarde, otro contrato para desarrollar los sistemas y demostraciones en un plazo de tres años. Transcurrido ese plazo, en 2003 el Gobierno otorga un nuevo plazo por los retrasos, fracasos, falta de fiabilidad y excesivos costes de mantenimiento. Informe tras informe del Gobierno americano se llega a la cancelación del programa según anunció el 6 de enero de 2011 el Secretario de Defensa Robert Gates, un «programa que ya ha consumido tres mil millones de dólares en su desarrollo y requeriría doce mil millones más para su fabricación». Tampoco ayudó mucho que los informes recogieran que » las deficiencias actuales causan un promedio de un fallo por cada cuatro horas y media de funcionamiento». ¡Quince años y tres mil millones de dólares!
El Secretario de Defensa Robert Gates soportó las críticas del independiente Instituto Lexington (financiado por los contratistas militares) y las críticas de muchos políticos del Capitolio (lobbistas a sueldo de los mismos contratistas) cuando decidió cancelar algunos megalómanos y ruinosos programas de armas. Se le llegó a acusar de que «está dispuesto a sacrificar la vida de los militares, hombres y mujeres estadounidenses, para favorecer programas sociales impulsados por el presidente Obama». Está claro que este hombre es «el coco» para los contratistas militares.
Estados Unidos sigue errando. Sin ir más lejos, hace unas semanas ha dejado fuera del contrato para la construcción de los prototipos del Vehículo de Combate anfibio a General Dynamics. Ni para los prototipos los quieren ver delante. !Allá ellos!
Nada que ver con la trayectoria que tiene en España, donde los resultados en los proyectos del Leopard y Pizarro han dejado tan buenas sensaciones entre los militares (sobre todo entre quienes entraron en la nómina de la empresa al pasar a la reserva).
Y si algo hemos de reconocer a General Dynamics es su éxito como empresa, entendido como la máxima «la empresa es su resultado». No debe existir empresa que a pesar de «cagarla tanto», cumpla el objetivo primordial de maximizar beneficios con un incremento de reparto de dividendos constante, y que garantice como nadie la supervivencia de sus directivos, algunos de los mejor pagados del mundo. Es lo que Angelín llama el «derecho a la libertad de empresa consagrado constitucionalmente» acompañado de un «pelillos a la mar» en cuanto a las obligaciones sociales, cumplimiento de las leyes, sobrefacturaciones o falsos testimonios.
Nota: el relato superior es una ficción novelística y cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia. Añadimos tres supuestos por si acaso: SUPUESTO, SUPUESTO Y SUPUESTO (no tiene nada que ver con «su puesto, mi coronel»)
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Economía
Defensa firma el contrato para desarrollar un nuevo blindado en Santa Bárbara
La factoría de Alcalá participará en el desarrollo del vehículo militar anfibio Piraña 5
Santa Bárbara Sistemas, empresa que tiene una factoría en Alcalá, trabajará los próximos tres años en el desarrollo del vehículo militar anfibio Piraña 5 para el Ejército Español. Se trata de un blindado anfibio con mayores capacidades que su precedente, el Piraña 3 que emplea en la actualidad el Tercio de Armada, la Infantería de Marina, en diversas configuraciones.
El Ministerio de Defensa ha firmado el contrato para desarrollar los sistemas que se integrarán en el vehículo, por un valor de 89,2 millones de euros. De esta forma queda adjudicado la definición y el programa tecnológico del que será el futuro vehículo blindado 8×8 del Ejército Español. Santa Bárbara Sistemas que tiene una planta en Alcalá forma parte de la Unión Temporal de Empresas junto con Indra y Sapa que acometerá el proyecto cuya financiación deber aprobar el Consejo de Ministros en breve.
Para la localidad alcalareña este nuevo contrato podría asegurar trabajo para los próximos años no solo a Santa Bárbara, sino también al conjunto deempresas auxiliares que trabajan para ella en la provincia de Sevilla. Las necesidades del Ejército español calculan unas necesidades de 400 vehículos con un coste aproximado de 1.300 millones de euros.
Según el alcalde de Alcalá, Antonio Gutiérrez Limones, «la industria de defensa española demostrará, con el desarrollo del programa de blindados 8×8, su capacidad y solvencia ante clientes de todo el mundo y al igual que ha ocurrido con el sector aeronáutico, el conjunto de la provincia y de Andalucía se beneficiará del mismo y servirá para consolidar la necesaria reindustrialización de la región».
Limones explica que en el ámbito local se han dado pasos para promover contactos entre los responsables de Santa Bárbara y empresas auxiliares que puedan suministrar elementos para los vehículos.»