¿Quienes salen en esta nota de prensa?
Tedae: asociación que actúa como lobby (tradúcelo con el ingles para trubiecos) y oficina comercial de una administración española mucho más interesada en proteger el complejo militar-industrial que en vigilar el más que dudoso destino de las armas.
Santa Bárbara Sistemas: inmersa en un Ere tres años judicializado y fraudulento que redujo la empresa a soldar carrocetas después de abandonar la producción de armamento, pólvoras, sistemas de armas, aeronaútica; … después de cerrar o vender casi todas sus factorías y despedir de golpe al 57% de la plantilla.
Indra: va por dos ERES con 3000 despedidos, su facturación depende del Ministerio de Defensa de Morenés y paga una indemnización por la salida de Josep Puyol de la empresa. Eso después de pagarle más de 40 millones por adquirir su consultora, algo que permitió a Indra «entrar» en Cataluña.
Isdefe: a los directivos de esta empresa les dieron asesoramiento trabajando juntos Diego Torres (el socio de Urgandarín) y el ministro de Justicia Rafael Catalá, después de estar el primero imputado en el caso Nóos. Otro acierto de esta empresa pública fue la configuración del esquema industrial para la construcción del Leopard en donde «el seguimiento y vigilancia del cumplimiento de los acuerdos de cooperación industrial firmados brilló por su ausencia«. ¿Con quién se firmaron? Con Santa Bárbara Sistemas.
¡Dios los cría y ellos se juntan!
¡Sacando pecho! General Dynamics Santa Bárbara Sistemas sigue intentando limpiar su maltrecha imagen (no lo digo yo, lo dijo el de la foto al alcalde). Para ello está intentando convencer de que va a crear empleo de calidad y atraer el talento tanto en la Universidad de Oviedo como en la Universidad Loyola Andalucía, donde la jefa de recursos humanos de Santa Bárbara Sistemas en Sevilla (o de General Dynamics European Land Systems como dicen las noticias y ella misma en Linkedin) participa en encuentros. A las universidades les viene muy bien. A la pública y a la de los jesuitas. Los postgrado, másters, … son un negocio que a falta de años en cursos que formen a los estudiantes, toda vez que las carreras tienen una menor duración y dan créditos hasta por saber gallego, ser voluntario atendiendo a ancianos, participar en cursos de verano o hacer teatro.
Y tanto en Asturias como en Sevilla, directivos de medio pelo están como profesores en estos cursos de especialización (másteres) para que al pobre estudiante le den el consiguiente titulín.
Buscan talento, pero lamentablemente el único postgrado que funciona es:
¿de quién yes fíu?
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