Echando Números
Morenés aboga por dar más dinero a Defensa:
«hay que destinar un 2% del PIB a gasto militar»
Esta afirmación y compromiso adquirido con la OTAN del Ministro de Defensa en funciones Pedro Morenés, está sujeta a muchas matizaciones e interrogantes.
En primer lugar la duda es si gastar ¿más o mejor?.
Si solo se trata de gastar más, será fácil detrayendo recursos de sanidad o educación, y el que se quiera esas prestaciones que se las pague con seguros y colegios privados. Distinto será si cuestionamos el gasto que se está haciendo. En un mundo en el que los recursos son limitados, hemos de esforzarnos para maximizar con ellos las necesidades a cubrir, en este caso, las de equipamiento del ejército con dinero público. ¿Acaso lo estamos haciendo bien cuando un submarino que aún no está acabado, el S80, tiene consumido en la construcción de la primera unidad el coste inicialmente previsto para cuatro?. ¿Quien gestiona el dinero público y las negociaciones con las empresas?. Con los resultados que vemos en la gestión de lo público, se instala la sensación de que aquí está al frente, o el más tonto o el más corrupto.
Pongamos un ejemplo. ¿Quién negocia con General Dynamics Santa Bárbara Sistemas reducir un programa de equipamiento? que como resultado tiene:
– el ejército recibirá menos vehículos de los inicialmente previstos
– se paga casi el mismo importe del programa completo con un sobrecoste de 180 millones de euros por los vehículos encargados y aún no entregados; sobrecoste que salvo ineficiencias, es todo beneficio, dado que GDSBS ha quedado reducida a una «integradora» (montaje). Sencillamente no subcontratará la fabricación y componentes de los vehículos que no ha de entregar. ¿Y cuanto supone este sobrecoste al estado? Para hacernos una idea, podemos compararlo con los salarios de GDSBS. Viene a suponer el salario de todos los trabajadores de la empresa en un periodo de tres años. O visto desde el ERE que realizó en 2013, el sobrecoste para el estado equivale a 20 veces las indemnizaciones que la empresa tendría que haber abonado de no intentar cometer un SUPUESTO fraude. Y lo denominamos SUPUESTO para evitar denuncias, no porque tengamos dudas. Solo un 5% de lo que recibieron de más por no hacer nada. Claro está que de haber cumplido la ley, muchos supuestos psicópatas de recursos humanos no hubieran cobrado sus bonus.
En segundo lugar, ¿que porcentaje del PIB estamos gastando? ¿hay gastos de defensa que no computen a este Ministerio?
Pues parece que sí, los gastos de los PEAs (Planes Especiales de Armamento) aún no están blanqueados como gasto militar. Al venir este dinero del Ministerio de Industria en forma de préstamos I+D+I, nos hacemos trampas a nosotros mismos. La fiabilidad de los datos de nuestra Contabilidad Nacional es la misma que la de la Gurtel, Bankia, las tarjetas black, Bárcenas, el instituto Nóos, el Palau, el puerto de Gijón, los Eres de Andalucía, etc.
No computa como gasto en armamento (evitamos problemas con los ciudadanos en años de recortes de servicios y derechos), presumimos de destinar cada vez más dinero a I+D+I (aunque realmente se ha gastado en tanques y misiles, no ha incrementado nuestro potencial industrial y en la mayoría de los casos, ni funcionan correctamente), y ocultamos a nuestros socios europeos que nuestro déficit público es aún mayor de lo que ellos piensan (unos 40.000 millones de euros gastados en programas de armas contabilizados como préstamos del Ministerio de Industria y como tales «préstamos» que son, contabilizados como fondos recuperables en lugar de gasto ya realizado). Y estos 40.000 millones que nadie discute, suponen un 4% del PIB español, por lo que gastado en «defensa» se acerca al porcentaje al que el Ministro en funciones se comprometió.
En tercer lugar, ¿hay gastos o recursos de defensa que son de otra cosa, sencillamente prescindibles o incluso inaceptables?
Parece que sí. Aviones de lujo para transporte de «personalidades» con cargo a Defensa, campos de golf, guardias civiles empleados en actividades como mantenimiento de jardines, escolta y vigilancia de chalets de ex-políticos o labores de seguimiento y vigilancia de trabajadores despedidos como si de vulgares delincuentes se tratara.
Y la verdad, es que la foto no ayuda mucho. Nos apetece gritar: ¡Por Dios, que alguien le preste unos prismáticos al Ministro! ¿No tenemos dinero para prismáticos?
No sabemos muy bien si el soldado que está al lado los lleva o son uno de esos equipos de visión nocturna importados por General Dynamics Santa Bárbara Sistemas como intermediaria para una empresa que vende equipamiento militar desde un piso donde comparten domicilio social unos fontaneros de climatización, unos comerciantes de telas, una academia, una inmobiliaria, y los suministradores de equipos de telecomunicaciones de Segur Ibérica (la empresa que presidió el actual Ministro en funciones Pedro Morenés).
Ni que decir tiene que todo suena muy raro, lo que llevó a que el Departamento de Estado norteamericano investigara y vetara a esta empresa y a sus directivos para futuras compras, ya que este equipamiento militar fue supuestamente obtenido con documentación falsificada y se supone acabó en el norte de África. General Dynamics Santa Bárbara Sistemas no fue perseguida por ello al alegar que no sabía que el acuerdo era ilegal, ya que preguntó al supuesto traficante si aquello era ilegal, y les dijeron que no.
¡Ya está! Hay que creerles. Sin ir más lejos, en la feria que acaba de finalizar, Eurosatory, no sabían ni que vehículo es el que tenían expuesto.
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