» El ministro también agradeció a las instituciones y empresas su contribución para que
“esta historia nuestra se mantenga viva y cuidada” «
El Ministro de Defensa en funciones, como presidente de la Fundación Museo del Ejército, se ha reunido con los patronos de esta Fundación para presentar una nueva sala y la exposición de cuatro banderas restauradas con el patrocinio de la Fundación Banco Santander.

21/06/2016 Morenés preside en el Alcázar de Toledo la reunión del Patronato de la Fundación Museo del Ejército. Foto: Ricardo Pérez Iruela/MDE
¿Que quienes son los patronos de la Fundación Museo del Ejército?
Pues entre otros y como siempre la salsa de todos los guisos, Defensa, Explosivos Alaveses, Indra y Santa Bárbara Sistemas. Y al menos la sensibilidad de esta última con el patrimonio industrial, arquitectónico, documental, archivístico, arqueológico e intangible de las factorías propiedad de Defensa que ha cerrado o que aún gestiona, la podemos comparar con las del mal llamado Estado Islámico, que han dejado cada uno en el territorio que controlan, un patrimonio cultural simplemente devastado. Y ahí está en la foto. Impasible, estorbando, mintiendo, sin asumir que todo lo que no suma, resta. SUPUESTAMENTE.
Quienes han conocido la Fábrica de Armas de la Vega de Oviedo antes del expolio y destrucción previo al supuesto traslado a Trubia, no pueden por más que lo intenten, sentirse desolados por el estado de unos talleres y salas vacías. Maquinaría, equipos de laboratorio, libros y archivos desaparecidos. Uno enviado a la chatarra, otro destruido para papel, parte expoliado y subastado al mejor postor. Solo una pequeña cantidad dice el ejército que se le entregó, pero ni la muestra ni la cataloga.
Y mientras tanto, alejados del postureo de unos y el cabildeo de otros, los despedidos denunciando el expolio cultural que acompaño al fraude en los ERE de 2013. No parece que nos hagan mucho caso ni militares ni responsables culturales de un inoperante Gobierno autonómico. Ignorancia, jerarquía e impotencia mano a mano. Y si algo se ha salvado ha sido por una combinación de suerte y personas con nombre y apellidos que trabajan por el bien común a pesar del desastre institucional. Funcionarios civiles y militares que hacen lo que pueden. Nosotros lo hacemos también, destinando dinero para comprar y poner a salvo un grano de arena en este desierto.