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Camuflaje militar
El Gobierno sólo reconoce 5.700 millones de euros de gasto en el Ejército, cuando la cifra real supera los 30.000 millones
MARCOS PARADINAS – Mar, 9 Ago 2016
¿Cuáles son los principales problemas de los españoles? Cada uno tendrá los suyos: la gotera del garaje, el venidero final de Juego de Tronos… Aunque, desde el punto de vista sociológico, la preocupación que se lleva el gato al agua es, como no podía ser de otra forma, el paro, que desvela al 75,6% de los españoles, seguida por la corrupción, que preocupa al 43,4% de los españoles según el CIS de julio.
Sin embargo, y viendo el estudio que ha publicado El Blog Salmón, podría pensarse que la seguridad mundial y las guerras son la mayor inquietud de los españoles. La publicación económica ha descubierto que el Gobierno destina este año 30.928 millones de euros al Ejército español. La cifra supone más del 2,7% del PIB español y el 7,14% del total de los Presupuestos del Estado.
En perspectiva, la partida militar sólo es superada por el gasto en pensiones y las transferencias a otras administraciones públicas y empata con el gasto en deuda pública y los servicios de carácter general. Y, por supuesto supera por un 50% al gasto en desempleo, quintuplica al de I+D+i y sextuplica a la partida de Fomento de Empleo.
Pero este gasto no se entiende, al menos en base a las preocupaciones recogidas por el CIS. En el último mes, “las guerras en general” ya ni siquiera puntúan una décima y otros que podrían relacionarse con el ejército, como el terrorismo internacional y, si me apuras, los nacionalismos, suponen el 2,1% y el 1,1% respectivamente.
Por ello, el Gobierno se esmera muy mucho en esconder el gasto militar y de ahí la importancia del trabajo realizado por El Blog Salmón. Porque, oficialmente,sólo se reconoce un presupuesto de 5.734 millones a través del Ministerio de Defensa, y el resto del derroche se mimetiza a través del resto de ministerios, en lo que podría denominarse “estrategia de la familia real”, por calcar el sistema de mimetización de los gastos en la Monarquía.Esta ocultación demuestra la poca calidad y transparencia de nuestra democracia, nos hace dependientes de los designios de los señores de la guerra que venden las armas y nos convierte en promotores de conflictos armados en los que amortizar nuestro gasto. Y, sobre todo, sigue engordando nuestra asfixiante deuda pública (la más alta de la historia) mientras se nos amenaza con que el Ejército nos dejará “indefensos” si seguimos con un presupuesto tan raquítico y al nivel del gasto militar de “Luxemburgo”, como se empeñan en mentir nuestros políticos.
Y, por último, cabe destacar el principal origen de este gasto asfixiante: las puertas giratorias entre el Ejército y las empresas bélicas. Desde que se modificó en 2006 la ley sobre conflictos de intereses, tanto el gobierno socialista como el del PP han firmado siete permisos para ex altos cargos de Defensa para poder pasarse a estas empresas privadas antes de que se acabe la moratoria de dos años desde su cese.
Muchos fichajes –o traspasos- durante los que se realizaron compras de miles de millones en helicópteros de Airbus, tanques de Santa Bárbara y adjudicaciones a Indra. Y todo, en los últimos años, con la presencia de un ministro de Defensa como Morenés y un secretario de Estado como Argüelles, que han pasado por las puertas giratorias de la guerra con la misma lubricación de un tiovivo.»