«Aséptico y esterilizado análisis sobre lo que está pasando en la fábrica de armas en La Voz de Galicia de hoy, firmado por Rodri García. Si, el periodista que se enfadó porque decía que no lo dejábamos entrar en la fábrica y que él quería ver lo que había dentro. Y que junto a Fran Espiñeira, redactor jefe, avalaron la candidatura de Hércules de Armamento en grandes titulares y artículos exponiendo las bondades de un proyecto insolvente mientras en artículos de opinión nos despreciaban y decían que éramos un grupo de descontentos, o ¿por qué? había que interceder por nosotros cuando había 22000 parados en A Coruña. Si, Fran Espiñeira, pluma afilada, que hizo de alcahueta, de vulgar celestina y como correveidile periodístico escribió “Si Obama pudo” para tratar de que los buenos proyectos del Grupo Iffe pasaran a manos de HdA. A día de hoy, Fran Espiñeira no escribe nada en su periódico, curioso y sorprendente.
Curioso y sorprendente que Rodri García, ganador del premio periodístico “Pérez Lugín” en 2014 con un artículo titulado “¿Por qué los periodistas escriben tantas tonterías que no interesan a nadie?”, y sabe mucho más sobre la adjudicación de la fábrica de armas que aquello que escribe, no lo publica, pero claro, la verdad de este asunto no interesa a su periódico. Que gran contradicción, pues en el código deontológico del periodismo prima la búsqueda de la verdad por encima de todo. Pero claro, dos denuncias ante la Agencia Tributaria de Galicia, por presunto delito fiscal y falsedad documental, y una tercera, a través del Delegado de Gobierno, todas ellas sin respuesta y silenciadas por las distintas administraciones, eso no interesa.
Pero bueno, después de tanto tiempo sin que este periódico publique nada, parece que se abre un pequeño resquicio, una pequeña grieta para que al final aflore la verdad en esta siniestra y oscura adjudicación en CONCURSO PÚBLICO de la fábrica de armas de A Coruña.
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Del encierro en la factoría … El 28 de junio de 2013 un grupo de trabajadores vinculados a UGT se encerraron en la fábrica. General Dynamics iba a cerrarla esos días y el encierro perseguía que la maquinaria siguiera en el recinto. GUSTAVO RIVAS
«ANALISIS UNA INFRAESTRUCTURA INDUSTRIAL CLAVE
Gatillazo en la fábrica de armas
Dos años después de la adjudicación no elaboró ninguna arma y los trabajadores piden ayuda ante la «grave» situación
Rodri García – A Coruña / la Voz – 01/10/2016 05:00
«Desenvolver todas as accións necesarias para garantir o mantemento da produción e dos empregos na fábrica de armas». Esto piden «con urxencia» los empleados de la fábrica de armas, los que han sido contratados por la empresa adjudicataria de las instalaciones, Hércules de Armamento. El pleno del Ayuntamiento de A Coruña acordó en su última sesión, por unanimidad de todos los grupos, instar a la Xunta y al Gobierno central a garantizar la viabilidad industrial de la fábrica. Era algo que venían demandando desde el pasado mes de julio, pero solo el alcalde, Xulio Ferreiro, se mostró entonces dispuesto a participar en una reunión con las Administraciones implicadas. Además, ayer, componentes del antiguo comité de empresa, -que llevan más de tres años acampados ante la fábrica- pidieron reuniones con todos los grupos municipales y las Administraciones implicadas.
¿Qué están haciendo en la fábrica de armas?
Lo que no están haciendo son armas. Desde que el 15 de septiembre del 2014 el Ministerio de Defensa adjudicó las instalaciones a Hércules de Armamento, en el recinto fabril no se ha elaborado ninguna arma. «Estamos facendo pezas para o sector médico, son cousas de tipo civil», indicaba uno de los representantes de los 155 trabajadores a los que se comprometió a contratar la adjudicataria. Tampoco podría fabricar armas al no contar con una empresa de seguridad en el recinto. Los 15 vigilantes de Segur Ibérica que venían prestando sus servicios dejaron su tarea a medianoche del 24 de noviembre del año pasado porque Hércules de Armamento debía a esta compañía unos 480.000 euros.
¿Por qué los empleados reclaman ayuda urgente?
Lo explican en el escrito presentado en el Ayuntamiento el pasado día 7 de septiembre: «Sofren falta de pagamentos e atrasos no cobro dos salarios, ao tempo que Hércules de Armamento está a ter grandes dificultades para a posta en marcha do proxecto industrial co que gañou o concurso para a xestión das instalacións de Pedralonga». Por ello, «o futuro da actividade produtiva e dos 155 postos de traballo segue cheo de incertezas». Los empleados reconocen los retrasos en el pago, si bien no detallan el número de pagas que les adeudan.
¿Qué pasa con la empresa concesionaria?
El pasado mes de diciembre el presidente y director de la fábrica, Ramón Mejuto, comparecía en las instalaciones de Pedralonga para asegurar que el proyecto seguía adelante a pesar de los problemas económicos y enfatizar «temos o compromiso de sacar isto adiante», frase refrendada por el aplauso de los trabajadores. La búsqueda de un socio capitalista que no acaba de llegar es la mayor preocupación de un gestor que entonces había denunciado una «persecución» y pedido «que nos deixen traballar tranquilos».
¿Qué hay en la caseta que lleva más de tres años en la entrada de la fábrica?
Es de los trabajadores afiliados a UGT que estuvieron varias semanas encerrados en las instalaciones para evitar la salida de la maquinaria y pedir la continuidad de producción. Desde hace un año, cada viernes se manifiestan ante la Delegación del Gobierno para pedir respuesta a su responsable sobre «ás xestións que ía realizar ante a Axencia Tributaria con respecto as nosas denuncias». Este colectivo lleva «37 meses de loita e sacrificio».
¿Y qué dice Defensa?
El Ministerio de Defensa convocó el concurso de adjudicación de las instalaciones (127.000 metros cuadros, que es la mitad de los terrenos de su propiedad) en abril del 2014 por un período de 15 años. Hércules de Armamento fue la empresa ganadora, indicando que su previsión era la construcción de armamento ligero y también encargos para los sectores aeronáutico e industrial.
¿Cuál es el futuro?
El Ministerio de Defensa debería convocar este mes la comisión de seguimiento de la concesión. Ahí la empresa explicará en qué situación está. Mientras, aunque de forma extraoficial, la situación de esta industria que va camino de los 80 años ha sido analizada en diversos estamentos de la Administración pero, por ahora, todo apunta a un gatillazo en la fábrica de armas.»