Donde no había problemas, las decisiones conjuntas del Ministerio de Defensa plegándose a los intereses de General Dynamics ha dejado la industria al borde de la desaparición total. Oviedo irrecuperable y Coruña al borde de un punto sin retorno. Además ha creado no uno, sino dos problemas laborales que estallan a todas las administraciones, local, regional y estatal ante la ineptitud, desgana o desprecio de los políticos. En Asturias no se está mejor que en Coruña. En realidad, PEOR, mucho peor. Con una fábrica que no hace sino incorporar personal, casi nadie es capaz de levantar la voz. Un alcalde de Oviedo tan solo preocupado por los terrenos de la Fábrica de Armas de Oviedo tras ser expoliada de su contenido y ya en estado de ruina. Y un presidente del Principado, «el indolente», ejerciendo de correveidile de una moza andaluza, pero que no ha recibido a los despedidos nunca. Por el contrario, su gobierno no ha dejado de recibir en los despachos y apoyar económicamente a General Dynamics Santa Bárbara Sistemas.
Ahora les dejo con el comentario de los 61 despedidos de General Dynamics de Coruña y la opinión que les merece que después de cuatro años luchando, se pida apoyo para el proyecto de «Hércules de Armamento» dirigido por Ramón Mejuto que hasta unos días antes de la concesión del Ministerio de Defensa era apoderado de General Dynamics SBS. Hércules de Armamento no paga el canon de la concesión, ni la seguridad del recinto, ni a la Seguridad Social, ni a los trabajadores. Tampoco tiene productos propios, ni acuerdos, ni trabajo. Una S.L. de un ex-GD ligado a intereses inmobiliarios que desde el PP piden que no relacionemos con un ex-embajador casado con una mujer que wikileads desveló que era agente de los servicios secretos de Marruecos.
Todo digno de las mejores tramas de John Le Carre. ¡SUPUESTA MENTE!
Lo que dicen los 61 despedidos:
» Y ahora otros actores se suman a esta gran farsa, pues finalmente, se han quitado la careta. El concejal de Empleo, Alberto Lema, acompañaba en la concentración a los sindicalistas de la CIG, que eran más numerosos que los trabajadores de Hércules de Armamento.
Después de recibirnos el alcalde, Xulio Ferreiro, en alguna ocasión en el Ayuntamiento, tarde, mal y arrastro y escuchar nuestras explicaciones y entregarle todo tipo de documentación sobre la presunta corrupción y fraude en la adjudicación de la fábrica de armas y ofrecernos explicaciones ambiguas y escasas sobre el tema, ayer se han despejado todas las dudas. Estos nuevos políticos que venían a cambiar la política, resulta que va la política y los cambia a ellos. O quizá hacen política de la vieja, política de amiguetes.
Más de dos años manifestándonos contra una adjudicación fraudulenta con manifestaciones, concentraciones, reuniones, escritos, etc. y ni rastro de Xulio Ferreiro ni Alberto Lema. Y ahora, primera concentración de los trabajadores de Hércules de Armamento y Alberto Lema hace acto de presencia. ¿Cuál es el motivo de dicho apoyo? ¿Acaso, desde el Concello se apoya el presunto fraude y la presunta corrupción en la adjudicación? ¿O simplemente es que son “del mismo color”?
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«El Concello alerta de la «desconexión» de la Xunta sobre el futuro de la fábrica de armas
Redacción | A Coruña 10.02.2017 | 01:19
El alcalde, Xulio Ferreiro, y el concejal de Emprego y Economía Social, Alberto Lema, celebraron ayer una reunión con el conselleiro de Industria, Francisco Conde, para abordar la situación de la fábrica de armas. Tras ella, el regidor mostró su «preocupación» por la «desconexión» de la Xunta con respecto al futuro de la planta y reclamó al Gobierno gallego «mayor implicación» para garantizar que se puedan mantener los puestos de trabajo.
Los trabajadores de la actual concesionaria, Hércules de Armamento, se concentraron ayer frente a la delegación de la Xunta para reclamar una reunión con el conselleiro. La empresa debe a la plantilla meses de salarios y está esperando la llegada de un nuevo inversor para reflotar el proyecto. La empresa madrileña Mecanizados Escribano condicionó su entrada en el accionariado al apoyo de la Xunta, dada la gran deuda de Hércules.