Ver noticia
«Los juzgados declaran «insolvente total» a la concesionaria de la fábrica de armas
El Fogasa deberá abonar los sueldos que adeuda porque carece de bienes embargables
Tania Suárez A Coruña 26.10.2017 | 01:38
Hércules de Armamento, la empresa adjudicataria de la fábrica de armas, es insolvente «total». Así lo han determinado los juzgados de lo Social que han tramitado las demandas de los trabajadores contra la compañía por impagos. De hecho, los jueces ya se remiten en sus fallos a la declaración previa de insolvencia de la entidad, es decir, a la primera resolución porque todas son idénticas. La empresa a la que el Ministerio de Defensa -propietario de las instalaciones- encomendó en 2014 la gestión de la factoría carece de fondos para hacer frente al abono de las nóminas y de los proveedores.
El año pasado la adjudicataria contabilizó 1,18 millones de pérdidas, un 126% más que en 2015 -519.167 euros-. En 2016 su endeudamiento incrementó en un 80%, pues alcanzó los 5,1 millones, frente a los 2,8 del ejercicio anterior. A las cuentas negativas se suma la falta de proyectos para mantener una producción estable, lo que provoca las críticas de los trabajadores. Cuando el Ministerio de Defensa le adjudicó la concesión, Hércules de Armamento se comprometió a mantener una plantilla de 155 empleados en el plazo de un año, pero en la actualidad hay alrededor e una veintena.
La falta de bienes de la compañía ha llevado a los juzgados de lo Social que tramitaron las reclamaciones de los afectados por impago de las nóminas a declarar su insolvencia, por lo que será el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) el que responda antes los trabajadores. Los tribunales, no obstante, apuntan a que se trata de una medida «provisional», sin perjuicio de que en un futuro se pueda continuar la ejecución de las resoluciones «si se le conocen nuevos bienes al ejecutado».
Hasta el pasado mes de julio Hércules de Armamento se enfrentaba a seis demandas por impagos en los juzgados de lo Social, cuyo importe ascendía a 106.835 euros. Desde entonces, las unidades han recibido más reclamaciones, tanto de proveedores que no cobran como de trabajadores. Los empleados despedidos de la fábrica de armas denuncian desde hace dos años irregularidades en la gestión de la factoría. De hecho, convocan concentraciones los últimos viernes de cada mes ante la Delegación del Gobierno para reclamar explicaciones sobre la concesión de la planta. Los afectados demandan que se les reintegre su puesto de trabajo y la construcción de un proyecto fiable en la planta de Pedralonga.
Los perjudicados también exigen que la empresa cumpla las condiciones del contrato que suscribió con el Ministerio de Defensa y denuncian la pasividad de la Administración central. Los empleados de General Dynamics despedidos por negarse a aceptar las condiciones que les ofrecieron por desvincularse de la empresa rechazaron desde un principio la propuesta de Hércules de Armamento y apostaban por el grupo IFFE.
La concesionaria de las instalaciones de Pedralonga confió durante meses su viabilidad a la búsqueda de un socio industrial que le proporcionase capital y líneas de producción. La compañía madrileña Mecanizados Escribano evaluó su entrada en Hércules de Armamento, pero descartó esa opción tras analizar su situación económica.